Me encanta cuando alguien me dice «yo es que, en estas cosas, no creo» cuando les explico a lo que me dedico. Les suelo contestar «genial, yo tampoco«, y la gente se queda de pasta de boniato. Lo que me hace muchísima gracia. 🤭
Pero es que es la verdad… Yo no creo en «estas cosas»… no creo en la energía, ni en la sanación, ni en los guías, ni en los seres superiores, ni en el poder curativo de las flores o las piedras… Sino que forman parte de mi realidad. No se trata de una «creencia» sino de una experiencia, diaria, y de muchos años, que me hace sentir que todas esas cosas existen, al menos para mí. Lo mismo que «no creo» en la existencia de mi vecina sino que la saludo por las mañanas sin más, pues así son «estas cosas» para mí. Tan reales como mi vecina… Yo no creo en nada, lo experimento todo. Y ésta es mi verdad.
Así que yo te invito a que no creas en nada, y que te lo cuestiones todo. Eso sí, también te recomiendo que si oyes hablar de estos temas y te llaman, o te dan curiosidad, o te dejan una mosca tras la oreja, te animes a experimentar si esto es real o no, o qué supone para ti. No creas nada, prueba. Y ya me dirás…
Y tú, ¿en qué crees? O no… 😉