
Aviso importante: es recomendable hacerlo en casa, pero si estás fuera y te animas a ello, ¡adelante, valiente!
Hoy te traigo un ejercicio… Sigue los pasos y a ver qué pasa…
1\. Busca un espejo que tengas cerca, preferiblemente de pared, pero si es pequeño, o incluso tu móvil, también vale…
2\. Colócate delante de él, afianza bien los pies en el suelo, siente que estás bien asentado/a…
3\. Ahora mírate a los ojos y trata de mantenerte ahí. Pero mírate de verdad, ¿eh?, mantente la mirada…
4\. Ya estás listo/a… ahora, mirándote a los ojos, respira profundo y dite: «TE QUIERO»
Y observa qué pasa…
Puede parecer un ejercicio sencillo pero ¿cuántas veces nos miramos a nosotros mismos de verdad? Empezar a vernos, sostenernos la mirada, y hablarnos con amor a nosotros/as mismos/as es un acto realmente revolucionario.
En su sencillez, este ejercicio guarda gran poder, y puede resultar muy confrontante…
¿Te has atrevido a hacerlo? ¿Qué ha ocurrido al ponerte frente al espejo? ¿Has sido capaz de mirarte? ¿Te costaba sostenerte la mirada o ha sido fácil? ¿Ha sido incómodo o amable?
Cómo hayas vivido este ejercicio te dará mucha información sobre tu relación contigo mismo/a…